De acuerdo con los objetivos de la carrera, se pretende formar a docentes que: |
Entiendan la complejidad de la práctica docente, en contextos sociales más amplios y situaciones específicas que la atraviesan, desde una perspectiva de interpretación genealógica e histórico-crítica.
Valoricen los capitales culturales de la diversidad social.
Comprendan la provisionalidad y el carácter conjetural del conocimiento, la complejidad de la realidad y los diferentes modos de producción de los sujetos pedagógicos.
Conciente de la coexistencia de paradigmas, de la hegemonía positivista y de las necesidades de construir practicas alternativas.
Comprendan el alcance de una pedagogía de la pregunta y del dialogo en la que los procesos de enseñanza y aprendizaje son asumidos alternativamente por ambos actores del acto pedagógico.
Comprendan el sentido del trabajo grupal, interinstitucional y multidisciplinario que requiere la atención a la diversidad, evitando las fragmentaciones en todas sus dimensiones y niveles.
Valoricen la responsabilidad pedagógica de la enseñanza en las condiciones actuales, en la que la educación especial se constituye en un continuo de prestaciones destinadas a las personas con necesidades educativas especiales incluidas en cualquier nivel del sistema educativo, desde los Proyectos Educativos Institucionales y áulicos.
Se establezcan vínculos favorables entre los profesionales de la educación general básica y los de educación especial, y de estos con lo de los equipos multidisciplinarios de apoyo escolar, con los de deportes y actividades recreativas, y con otros que demanden los procesos de integración.
Estén en condiciones de evaluar necesidades educativas basadas en el currículum, y de adaptar éste en función de aquellas.
Sean competentes para el desarrollo de la reflexión crítica y la instrumentación de metodología de trabajo etnográfico, que garantice procesos de investigación y de capacitación permanente.
Se constituyan en ciudadanos/Pas en el ejercicio real y no permanente enunciativos de la democracia, en el tratamiento de los contenidos, y en los procesos y las relaciones sociales al interior de las escuelas.
Como enuncia Paulo Freire y Henry Giros, es un llamado a la utopía concreta.
“Es un llamado a crear modos alternativos de experiencia, esferas públicas que afirmen la fe propia en la posibilidad de correr riesgos creativos, de comprometer la vida para enriquecerla”